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Es un documental, un viaje para ver lo que no se quiere ver. Un artista Vizcaíno, la costa Vasca, los residuos plásticos y la basura marina. Las costumbres de cada uno; los problemas de todos.

SINOPSIS
 

Somos una sociedad de consumo y nos despreocupamos completamente de la suerte de nuestros objetos de consumo, una vez estos han acabado su vida útil. Cada español, de media, produce casi 450kg de basura al año, reciclando menos del 30%.  La basura que producimos, no queremos ni olerla, ni verla. Pero ¿qué pasa cuando esta basura llega al mar? ¿Cuáles son las consecuencias para la fauna y la flora marina? ¿Cuáles son las consecuencias y los riesgos para ese hombre que dejó esa cuchara de plástico en la playa un día de verano hace 10 años? ​

En este documento audiovisual, conocemos el artista y surfista Carlos Arrola Marés que no entiende de dónde vienen los residuos que se encuentra en la playa cuando va a por olas. Intenta buscar respuestas al problema y nos embarcamos con él en un viaje de descubrimiento, recorriendo la costa Vasca con la asociación Mater Museoa y con asociaciones como Surfrider Europe y Kosta Blue. Entrevistando expertos del sector marino y de protección medioambiental. ¿Porqué y cómo la basura llega al mar? Y ¿por qué nos cuesta tanto querer ver la realidad de las cosas? Así dejamos la ciencia cierta del medioambiente, para adentrarnos en la ciencia menos cierta de la psicología social. Analizaremos esos comportamientos humanos que son tan habituales y que nos hacen dejar esa huella indeleble sobre el nuestro ecosistema sensible. A lo largo de este viaje encontramos también mujeres y hombres que han dado el paso al cambio y empujan a otros, que nos muestran el camino y trabajan para remediar el problema. Carlos nos hace descubrir que hay algo que cada uno puede hacer, a su escala, para no solo ayudar a mejorar el problema, sino también para involucrar a otras personas en el cambio de comportamiento.

A lo largo del recorrido del documental, Carlos va acumulando pedazos de plástico y basuras encontradas en las playas y en las rocas de la costa, cuando sale del agua después de surfear. De esta forma, sin darse cuenta, empieza a trabajar en la realización de una serie de obras de arte que evidencian el problema y nos hacen reflexionar sobre el consumo, las costumbres, la globalización y el utilitarismo de nuestra sociedad postmoderna. Poco a poco las esculturas crecen, mezclando materiales que provienen de todo el mundo y que llevan el rasgo común de terminar su viaje en la costa Vasca. Esas huellas medioambientales, indelebles y relativamente invisibles que el ser humano deja son ahora obras de arte, un bien visible, que se mostrará en una exposición en la Fundación Cristina Enea. El comisariado de esta exposición correrá a cargo de la galería "nana." de Donostia.

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